viernes, 28 de junio de 2013

YENDO

     Una vez me dijiste algo así: "la lluvia no es mala ni perjudicial, mojarnos no es molesto ni dañino y la ropa ni se achica ni se rompe. Pero igual le tenemos tanto miedo a la lluvia". Estabas hablando de nosotros, yo me di cuenta, pero preferí hacerme la tonta. 
   Y hoy, que ya pasó más de un año y varias lluvias, entiendo que debí haberte dado la razón. Claro, después de tanto tiempo siempre es fácil pensar. Desde esa lluvia hasta el cálido sol de hoy pasó mucho tiempo y tantas otras cobardías. No sé que pasó. De repente dejamos de ir a donde íbamos, dejamos de abrazarnos para dormir, dejamos de soñar con nuestra casita con huerta, dejamos de reírnos y dejamos de hablar sobre la lluvia.
    No sé que hacer. Te soy sincera. Pero ya sabés, escribir me ayuda a pensar. Y sentarme a escribirte y a pensarte y a extrañarte me ayuda a acordarme de porqué espero verte cada tarde y de porqué te elijo cada noche. 
    Es lindo acordarse, porque en el recuerdo está la respuesta. Vos sabés bien que le tengo miedo al olvido, a la rutina, al conformismo, a "lo normal", a la lluvia y a las palomas. Esto último no importa, pero lo otro sí, el olvido sobre todo. El olvido es cruel, porque entre otras cosas no existe. Yo sé que de vos no me olvido más.
   ¿Sabés qué? Yo te elijo. Y me quedo, no viajo. Pero no me quedo por vos, me quedo por nosotros. Me quedo por lo que todavía nos falta. Me quedo porque dormir abrazados vale la pena aunque haga calor. Porque podemos tener esa casita. Porque te amo a vos. Me quedo porque el olvido no existe, porque hay rutinas divinas, porque el conformismo es para mediocres y porque lo normal es para amores normales. Todavía no solucioné lo de las palomas, ya sé, pero si querés podemos adoptar uno pajarito chiquito para esa casa, y capaz que le tomo cariño. Y con él a todas las aves. Y con vos al mundo. Y con el mundo a vos, que sos la ley de gravedad de todo lo que me pasa.



   Eso era más o menos lo que tenía pensado decirte o escribirte esos últimos días de noviembre. Pero no tuve tiempo. No me diste tiempo.
   Así que viajé. Pero como dicen los chicos de Un Señor Mayor - Yendo, si es que te pienso, es porque te quería al lado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.