miércoles, 22 de mayo de 2013

CAROLINA


Un día Carolina murió. Pero muchos días antes, Carolina nació.
Un día a Carolina la atacó un virus fatídico, pero días después, Carolina sonreía como si se riese de la vida misma. Una hermosa venganza la de ella.
Un día, Carolina perdió sus ojos, pero al día siguiente, Carolina hablaba todo aquello que no podía mirar. Y hablaba, y lo hacía fuerte, para despejar toda duda de que, todavía, se seguía riendo de la vida.
Un día, Carolina tuvo problemas estomacales, pero al día siguiente –o quizás ese mismo día-, Carolina comía y bebía porque todo le apetecía lindo.
Un día, Carolina me dio vergüenza; al siguiente, Carolina me escribió en su braille que me quería mucho; y la amé.
A veces los días se hacen instantes; y los instantes se hacen días. Y a veces los días se tornan eternos. Como el día que Carolina se fué, riendo.

(escribió Fede el verano pasado sobre nuestra hermana)



    Hace ya tantos años te fuiste para siempre y pienso que igual te necesito. Seguro vos también lamentás el poco tiempo que vivimos juntas, pero tus recuerdos me ayudan a descubrir caminos y seguir teniendo horizontes.
    Dice una canción de León Gieco: "Viendo fotos viejas, me dió de llorar. Tanto elemento para un solo viaje. Un minuto en sus brazos, cuánto daría"
    Sigue, y dice: "ya no lloro, ella es parte del camino"; y siento que hoy no puedo cantarlo, yo si lloro, pero tengo muy claro que vos seguís siendo parte de mi camino.

     Te quiero como siempre, Caro, y sigo esperando que el Amor un día nos vuelva a juntar a todos!



jueves, 16 de mayo de 2013

DOS MESES

    Y así como quien no quiere la cosa, brindé por mis dos meses en Barcelona! El festejo fue a lo grande, tuve la hermosa visita de dos de mis amados: del mio fratello Federico y su bella Virginia y mi querida Sofia, gurrumina-hermanastra.
    Fede y Vir están viviendo en Génova, Italia (destino que tengo en mi lista) desde diciembre del año pasado. El ñoño de mi hermano se ganó una beca para estudiar por un año en la tierra de nuestros ancestros y obviamente no dijo que no. Sofi por otro lado, consiguió hacer un intercambio en el hospital de Valencia, donde de paso cañazo visita a Mariano, su novio (yo lo fuí a visitar! post.valencia). 
    Podrán imaginarse mi estado: felicidad pura. Con Sofi recorrimos la ciudad, con Fede y Vir disfrutamos de la playa y el mar.

Algo que parece cliché pero se hace real con la distancia: extrañaba sus abrazos. Y ahora lo entiendo: es que solos no podemos. No importa lo mucho que se esfuercen en decirnos que vivimos en los tiempos del individualismo, que cada uno tiene que mirar por lo suyo. Qué va. Solos no podemos hacer nada, o casi nada. ¿Quién juega solo? ¿Quién se ríe, baila, habla o se va de fiesta solo? Lo más divertido se hace con los demás y, aunque a veces hace falta quedarse a solas para pensar, en todo lo demás, que bueno que existe la Amistad


   Si algo aprendí en éstos dos meses aquí son dos palabras: dejarse llevar.
    A veces nos cuesta tanto que uno cree haber perdido por completo la capacidad de hacer algo sin pensarlo antes cincuenta veces, de relajarse y dejar que las cosas fluyan, de no sobreanalizar hasta el hartazgo todo lo que nos ocurre. Nos resulta demasiado complicado entender que a veces las cosas simplemente ocurren porque sí, porque tenían que ocurrir así. O quizás por todo lo contrario, porque podrían hacer ocurrido de manera completamente diferente. Estar en el instante adecuado en el lugar adecuado, una persona, una coincidencia, un segundo improvisado que puede cambiarlo todo y que sólo nos pide una cosa: que nos cuestionemos menos. Y que vivamos un poco más!

"Déjenlo todo, nuevamente láncense a los caminos" - R.Bolaño




La Sagrada Familia de A.Gaudí - es como dicen: creada para emocionar

El atardecer en invierno


un cafelito?


respirar aire puro