viernes, 25 de enero de 2013

BUROCRACIA

    Entre todas las cosas y los trámites engorrosos que tengo que hacer para viajar, está el de sacar la licencia de conducir internacional. Para los que no lo saben: hacer un trámite en Argentina es, básicamente, UN FLAGELO. Estoy convencida de que los empleados públicos son entrenados para complicarte la vida y no darte una puta solución (mis disculpas si estás leyendo ésto y sos empleado público. Pero con una mano en el corazón...no tengo un poquito de razón?)
    Volviendo al tema: necesito tramitar el registro internacional. No voy a contarles detalle por detalle, pero lo principal es que necesito encontrar mi dni viejo. 
    Hace un rato llegué a casa y me puse a buscarlo. Y lo encontré. Y también encontré mi cuaderno-diario que escribí éste último invierno cuando viajé al Norte Argentino. 

   "Es mi último día en Salta. Estoy en el hostel, charlando con Mati, el encargado del lugar, que resultó ser una hermosa compañía y sorpresa en éste viaje. Hace frío. Hay mate y mucha charla. Hablamos sobre el "ser porteño". Tienen razón: la mayoría de nosotros piensa que sabemos todo. "somo lo mejore somooo". Pero la verdad, hay muchas que no sé (como por ejemplo porqué hay que hervir el huevo 11 minutos). Pero lo que sí se, de lo que estoy segura, es que me cansé de vivir tomando decisiones impulsivas y pasiones enredadas (que por lo general terminan dejando roto mi corazón). 
    Hoy elijo la felicidad en lugar del sufrimiento. Lo tengo clarísimo. Estoy haciendo un hueco para que mi futuro desconocido llene mi vida de las sorpresas que me depare. Y si no me vuelvo a perder en un cuento de hadas, es gracias a ésta sólida verdad, una verdad que me impregnó los huesos durante éste último tiempo: a mí no me salvó ningún príncipe, DE MI RESCATE ME ENCARGUÉ YO SOLA."



   Cuesta dar el salto. Pero el que arriesga, GANA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.